Creo que es justo y necesario continuar con este juego. Ya que lo había dejado abandonado y que necesitaba empezar desde cero, escribí otro poema para el "segundo" día, lo que significa que... tendremos un poema más para Sayori. Bueno, este me salió un poco depre como el primero, pero es Sayori, así que está bien.
Despejándose
Poco a
poco las nubes se aproximan
y el dorado
brillo del sol se difumina
¿La
felicidad del día se termina?
El
susurro del viento resopla, las hojas caminan.
Ahora
gris y nublado se encuentra el cielo,
y la
noche vendrá pronto, no podré ver el infinito universo
las
estrellas serán negadas de brindarme su luz pura,
mientras
que, en esta tierra,
mi
soledad será interpretada como indiferencia.
Mi mente
abraza el caos, se llena de desorden
y me
alejo de todos, llegando al borde de la depresión
abriendo
esa vieja herida interna
dañando
mi tan preciada paz interior,
y miro
el abismo que es mi inestable autoestima,
añorando
con deseo el cementerio.
Pero de pronto, un rayo de sol me acaricia
abriendo
la contaminación del cielo,
dividiéndolo,
formando una lejana sonrisa.
La
sombra de mis penas me grita:
¡No eres
especial, solo es coincidencia!
Lo
ignoro por completo, mi ánimo es otro.
¿Otra
vez iremos juntos al colegio?
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