Casi Ficción

Han pasado 10 años.  Cuando escribí las primeras letras del blog, cuando pensaba en como sería este blog, jamás imaginé que duraría tanto tiempo. Alguien ya me había dicho que muchas personas dejaban sus blogs abandonados y terminaban olvidándose de ellos, incluso borrándolos. Sin embargo, esto no ha ocurrido con este blog, el cual ha ido intentando superar el tiempo, las versiones alternativas creadas por otras personas que creían que "Casi Ficción" era un nombre bonito, pero que no verificaron previamente si existían otro. Pero bueno, el tiempo me ha permitido aceptarlos y entender que, a pesar de todo lo que hagan o escriban, jamás podrán igualar a este blog, no por ser el mejor o tener las mejores historias, sino que ningún otro tiene la identidad que ha logrado tener esta página. Otra cosa que pensé cuando empecé a escribir mi blog, es que en algún momento sería conocido por más personas, cosa que no ha ocurrido debido a mi desidia. Ya he explicado en varias entradas que

Amo a los gatos, realmente los adoro. Me encanta su forma de caminar, de mover la cola, de ronronear. No logro comprender la razón o el motivo por el cual las personas odian a los gatos. Yo antes lo hacía, pero viendo desde retrospectiva, no logro comprender las motivaciones por las cuales tenía ese sentimiento tan irracional. ¿Son los gatos ególatras y engreídos? ¿Acaso nosotros los humanos no somos más engreídos que ellos? Los gatos pueden demostrar mayor nobleza que nosotros. Debo admitir que mi cambio de opinión fue gradual. Todo empezó en la cual Negro, el gato de mi hermana, empezó a comportarse extraño. Se escondía debajo de la cama o a veces entre los armarios, como si le tuviera miedo a algo. Mi hermana al principio sintió pena, pero luego empezó a aburrirse y se olvidó del felino. Sin embargo, el animal me causó cierta pena, me recordaba a alguien que no se atrevió a hacer algo ese día, a alguien que volvió a verla a la distancia pero que no le dijo nada. Así que, si yo