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Mostrando las entradas de 2015

Un viernes cualquiera

Los vecinos de al lado discuten, porque la mujer es algo descuidada. Se había quedado dormida y su marido, un poco ebrio, la golpea. Ella grita, pero nadie viene en su rescate. Todos la conocemos, esa mujer puede salirse, puede huir lejos, pero teme quedarse sola, desamparada. Un grupo de niños corre por la autopista vacía, buscando algún pirotécnico sin usar. Ya han reventado todos los que compraron el día anterior, y es evidente que ellos querían continuar explotando objetos, lanzarlos a los perros y verlos correr, llorar. Lanzarlos a la casa del viejo molesto y correr lo más rápido posible. Colocar los silbadores en una botella, hundirlas en la arena y colocarlas en posiciones varias para así ver dónde caen. Pero los padres no tienen un centavo más que darles, y si los tuvieran, tampoco se los darían. La señora encargada de la limpieza tiene más trabajo que de costumbre. Debe barrer desde los desperdicios de los pirotécnicos, las cenizas de los muñecos, las botellas de c

El fin de la navidad.

Los Martinez eran muy conocidos por todo el vecindario, y no de forma positiva. Esta familia se caracterizaba por realizar toda clase de excentricidades, las cuales atraían muchas miradas. Y estas actividades particulares eran idea y obra de uno de sus integrantes. Juan José Martinez Lazo, patriarca e historiador reconocido, tenía la mala (o buena, dependiendo de la perspectiva) de celebrar festividades antiguas. El problema era que el resto de su familia se veía arrasado a sus ideales.  Podríamos hablar de las muchas y curiosas cosas que Don José ha hecho, pero ninguna supera a la que hizo el pasado mes de diciembre. Según cuentan nuestros abuelos, hace unos veinte o treinta años aproximadamente, existía una fiesta muy colorida llamada la navidad. En ella se celebraba el nacimiento de su dios, el cual nacía en el vientre de una madre. Esto lo sabe cualquiera, ya que se enseña en las escuelas. Según recuerdo, esa fiesta fué prohibida d

Cincuenta y Cinco - Parte Uno

Este es un relato un poco largo, así que lo dividiré en dos o tres partes para que su lectura sea más sencilla.   ----------- Uno ---------- Hubo luna llena y había dejado las ventanas abiertas, dijo Meche entre lágrimas. Sus sollozos, más parecidos a las de gata que llama por sus crías perdidas, pueden escucharse incluso en la primera planta mientras cenaba con mis tíos. Ellos se miraban mutuamente y tras un cómplice y largo silencio, ambos vuelven sus ojos hacia mi. No se puede hacer nada, hijo, ya lo hicimos todo, me dicen al unísono, como si tratasen de excusar la actitud de su única hija. A pesar de aquello, intenté dirigir mi atención hacia la niña y tratar más sobre el incidente, pero mis tíos desviaron el tema con una habilidad desconocida para mí ya que los tenía como una familia sombría y de poco hablar.  Mis tíos me habían invitado a pasar la noche en su nueva casa, la cual se encontraba lejos de la mía y también lejos de la urbe. Esta se encontraba a 20 ki

Los logos de Casi Ficción

Como habrán notado, el logo de Casi Ficción ha vuelto a cambiar. La pregunta que alguno de vosotros se estarán haciendo es: ¿Qué significa eso? Pues, para ello debería contarles un poco de cómo nació este nuevo logo. Todo empezó  hace algunos meses, cuando meditaba en la posibilidad de cambiar el logo de mi blog.  Mientras realizaba mis actividades cotidianas, escribía o garabateaba en un pequeño cuadernillo las posibles ideas de lo que vendría a ser el nuevo logo. Constantemente pensaba que esta tenía que representar al blog en sí, lo que significa y lo que está escrito en él. Las ideas siempre fluían, pero nunca lograban manifestarse por completo. Y no sé si has pasado por esto, pero es estresante. Es por eso que ahora yo creo en la suerte. Y no creas que de ahora en adelante me verás con mi pata de conejo y otros amuletos. Sí, creo en la suerte pero no creo en la manipulación de la misma, para mí, manipular la suerte es imposible y por ende, nuestro destino en ciert

El Casi Gato

Cuando desperté esta mañana, pensé que sería un lunes como cualquiera, pero al mirar fijamente en el número y no en el día, una extraña sensación recorrió por todo mi cuerpo. Siete, un número muy común. Siete. - Espera un momento. ¿Siete? ¿Siete de Abril? ¡Hoy día cumplo un mes viviendo con él! ¡Cómo pasa el tiempo! Lo había olvidado por completo. El día anterior me quedé dando vueltas a mi cabeza sobre qué hacer el siete de abril. Pero en el agujero negro que tengo como cerebro, no logré encontrar alguna idea, algo especial para prepararle, para demostrarle que no soy una tonta inútil y que depende de él a cada momento. Ya iba a acostarme con el ánimo por los suelos cuando se me ocurrió algo. ¡El desayuno! Claro, el desayuno. Cada mañana él se despierta muy temprano a preparar el desayuno, hecho que nunca había tenido en mente ya que yo solo voy al comedor y encuentro el desayuno servido. Antes de acostarme, pensaba en prepararle una taza de leche bien caliente, panes y pesc

Casi Ficción y sus proyectos actuales

Ya ni sé como saludarlos, la verdad. He visto un bajón terrible en las visitas de este blog, que cada vez está más abandonado que nunca. Pero las depresiones para otro día. Lo que vengo a contarles hoy es que uno de mis antiguos proyectos ha logrado despertar de su larguísimo letargo y ya renacido: CURSIVAS ESTÁ DE VUELTA. Es una alegría, una verdadera alegría para mí ver algo que está completo, aunque claro, siempre hay que pulirse. De todas formas es un aliciente para poder seguir con los otros proyectos grandes que tenía en mente. Ahora haré una nueva lista, con los proyectos que están activos, los que seguirán, los que se han quedado inactivos y más. 1.- Flan y Gelatina: Este es un proyecto de novela ligera, al estilo japonés que planeo publicar en físico. Tengo varias ideas en mente, pero el problema más grande es que no hay nada en el papel, no tengo ni una sola letra escrita. Ya un par de personas saben de qué va esta historia, pero ni siquiera éstas han visto

Ave Inspiración

Debí cortarle las alas. Eso es lo que pienso cada vez que tomas vuelo, no sé a dónde. Simplemente te vas, estiras tus coloridas alas, cantas la misma canción, tan alegre y tan triste al mismo tiempo porque gracias a ella sé que te irás. Luego corro hacia ti, pero ya partiste, ya estás lejos, en el infinito cielo. Te maldigo brevemente y trato de recordar qué hice mal esta vez. O tal vez, tal vez debí cortarte las alas. Realmente no pasas mucho tiempo conmigo, pero eso no me importa. El tiempo en tu ausencia más parece un suspiro, tan fugaz, tan breve, tan veloz. Los niños al día siguiente ya son adolescentes, y en mi próximo parpadeo, ya son padres y madres. Ayer compré un lindo cachorro, cruzadito. Hoy, lo tuve que enterrar. Murió de viejo y ni siquiera me he dado cuenta. Cada hora, cada minuto las recetas médicas, los recibos de luz, los libros, los cuadernos, la ropa sucia, todo, todo se ha ido acumulando y se ha apoderado de mi casa, de mi hogar, como si se tratara de hormigas

No puedo escribir

No puedo Escribir ¡Cómo quisiera escribir algo! Llenar de textos  esta página en blanco y dejar a mis lectores maravillados. ¡Cuánta es mi desdicha! ¡Cruel, cruel desgracia! Mis manos maldecidas No teclean nada. ¿Cuándo podré escribir de nuevo? Es lo que le pregunto a mis dedos. Ellos no responden, Giran sus rostros y huyen al norte. Y a pesar de todo, Continúo esperando En silencio, frente a la hoja en blanco, y poder escribir de nuevo.

Periodismo

En esta ocasión les traigo un cuento un tanto breve. Pensé que me saldría interesante, pero total que no. A pesar de todo, lo subo aquí para que puedan disfrutarlo y no sientan que los he abandonado. Disfruten.  Paradero Pese a ser las 5 de la mañana, el cielo se encontraba tan oscuro que podría considerarse noche. Y eso era muy preocupante para Warren, que debía caminar unas tres cuadras hasta el lugar en el cual debía esperar por varios minutos al autobús que lo llevaría hasta su lugar de trabajo.  Sus pasos resonaban por las calles vacías, los perros ladraban ocasionalmente al oírlo y sentirlo, y lo peor de todo, el frío que se colaba por el traje y llegaba a lo más fondo de la piel, perturbando.  Para evitar ese momento tan incómodo, decidió tatarear una canción que tanto le gustaba. Y mientras lo hacía, se percataba aún más de su soledad y finalmente se negó a continuar con su tonada. Había algo  más que le incomodaba a Warren.  Se acordó en último momento alguno

El niño que no celebraba cumpleaños

"El niño que no celebraba cumpleaños" Navidad y Cumpleaños, las fechas más esperadas por los niños y niñas. El  primero es muy especial,  ya que recibirán muchos regalos y comerán alimento delicioso; pero esa festividad es ampliamente superada por la segunda. ¿Por qué? Porque en el cumpleaños el niño es el centro de la atención, recibe todos los regalos, toda la atención. La fiesta, la torta, todo está preparado exclusivamente para él o ella. Todos sus amigos están haciéndole compañía. La música es la que más le gusta. La torta tiene la forma de su personaje favorito, o al menos, de su sabor favorito. Sí, celebrar tu cumpleaños es genial. Es por eso que los niños avisan con anticipación el acontecimiento,  por si a alguien se le olvida. “Sabes, mi cumpleaños es el lunes” o cualquier otra frase parecida será usada como recordatorio.  También mirará el calendario para saber cuánto tiempo falta, o preguntará a propósito a algún familiar si se acuerda la fecha en