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Mostrando las entradas de 2022

Jugando DDLC #3

 Este vendría a ser el tercer poema para Sayori. Disfruten:  & Levanto mi mirada y observo un hermoso paisaje Doy un paso más y el aroma a vainilla llena mis fosas nasales Giro a la derecha y dos aves de brillante plumaje Levantan sus alas y vuelan rumbo al arcoíris, elegantes. Camino un poco más y pierdo el miedo Los latidos de mi corazón se calman y sonrío de nuevo recupero mi ánimo y continúo por el sendero que me lleva a una ciudad y a la distancia la observo cierro los ojos y recuerdo de nuevo Al acercarme escucho música y gritos de festejo por eso corro y cada vez más me acerco como en mis tiempos de niñez y juegos, los cuales atesoro en mis tiempos tristeza y consuelo. Solo al llevar a las puertas de la ciudad, Siento el aire, el color del cielo cambiar, la música se ha ido, se respira la soledad, el lazo que me conectaba con el paraíso se acaba de quebrar, Y el infierno… Me devora… Mi conciencia… No debí hacerlo… No tenía elección…

Jugando DDLC parte #2

 Esta vez he escrito TRES poemas, los cuales subiré aquí porque llevan las mismas palabras base. Las tres son poemas que narran una historia. Espero que les gusten Vacaciones Las vacaciones han comenzado y con mis amigos quiero viajar, Ellos, cumpliendo su promesa, me acompañarán Se despiertan temprano, de sus camas se levantarán Dejan sus sábanas a un lado, y de un salto se alistan y de su hogar se van. Escucho el tocar de la puerta, que me llena de felicidad Con pequeños y torpes pasos avanzo y les doy el encuentro Y dejarlos pasas la dicha llena el lugar. En mi entusiasmo los invito primero a la sala Y al sentarse ellos se ponen a cantar Sobre una mujer, una boda y una tragedia al final. Olvido todo y dejo mi imaginación flotar Soñando que la mujer de la historia Encuentra de nuevo a su amado, y le decide abrazar Recibiendo una flor a cambio de dejarla besar Sanando su herida Y al final se escuchan s

Cincuenta y Cinco - Parte dos

Era jueves y estaba preparando unos tallarines rojos en la cocina, dijo mi tía Adelina mientras servía el té y las galletas saladas.   Cuando llegué a casa, traté de llamar a mi tía Adelina lo más pronto posible, necesitaba saber si podía quedarme a pasar unas semanas en su casa, para recordar viejos tiempos, y visitar a los amigos con los que jugaba antes. “Para qué quieres venir acá, si ya no vive nadie”, me contesto con desgano. No quería que ella se enterara de mi verdadera diligencia, así que le mentí, le dije que la extrañaba y que quería saber con quién se casaría a sus ya casi sesenta años de soltera pretenciosa. “A mí no me vengas con cuentos, hijo, que por otra cosa querrás venir”, respondió con tono alegre. Por lo que había escuchado por parte de mis padres y de algunos otros familiares, su carácter rígido y su terquedad indómita eran dos de los motivos por lo cual ella se había mantenido casta, así que imaginé que la conversación había terminado. Esperé un par de segund

Jugando DDLC - Parte 1.5

 Creo que es justo y necesario continuar con este juego. Ya que lo había dejado abandonado y que necesitaba empezar desde cero, escribí otro poema para el "segundo" día, lo que significa que... tendremos un poema más para Sayori. Bueno, este me salió un poco depre como el primero, pero es Sayori, así que está bien. Despejándose Poco a poco las nubes se aproximan y el dorado brillo del sol se difumina ¿La felicidad del día se termina? El susurro del viento resopla, las hojas caminan. Ahora gris y nublado se encuentra el cielo, y la noche vendrá pronto, no podré ver el infinito universo las estrellas serán negadas de brindarme su luz pura , mientras que, en esta tierra, mi soledad será interpretada como indiferencia . Mi mente abraza el caos, se llena de desorden y me alejo de todos, llegando al borde de la depresión abriendo esa vieja herida interna dañando mi tan preciada paz interior, y miro el abismo que es mi inestable autoestima , añorando con deseo el cementerio . Pero d

Adiós, Fútbol

Suena el pitazo final, termina el partido. La pelota se detiene suavemente por el césped, mientras los jugadores reducen la velocidad, como si el tiempo hubiese desacelerado, a punto de detenerse. Los jugadores del equipo ganador se abrazan con alegría, corren nuevamente mientras celebran la victoria, han logrado salvar su oportunidad de oro, podrán ir otra vez al mundial de fútbol y alegrar a su hinchada. A pesar de haber jugado como visitantes, el reducido grupo de compatriotas que han venido a alentarlos grita de alegría, de emoción.  Por el otro lado, el equipo local, peruanos que llenaron el estadio nacional, llenos de ilusión y esperanzas de conseguir una victoria para al menos aspirar al repechaje, ven como su equipo ha sido derrotado. Cada una de las personas, desde los mayores, pasando por los adultos, los niños, todos y cada uno de ellos observan a su equipo, tirado en el césped, abrazándose e incluso llorando. Su mirada no es de lástima ni de cólera, ya habían gritado los an

Rechazo x Reminiscencia

"Si pudiese describir con una palabra lo que siento al escribir, no lo podría. Solo necesito dos ideas, tan solo dos ideas para crear un mundo completamente nuevo." Esta es la descripción que puse al momento de crear mi perfil en WordPax , una red especializada en escritura y lectura de historias hechas por aficionados.Me emocionaba pensar que podría encontrar a otros lectores, aparte de mi hermano, el cual leyó una vez algo que escribí en mi cuaderno de notas. En esa ocasión, él solo leyó una página del mismo, cerró con fuerza la tapa dura y se echó a reír. Me pareció insultante que se riera de mi historia, aunque no lo juzgo, es de poco leer. Pero lo que vino después, me incomodaría aún más. El leo-dos-hojas-y-duermo de mi hermano me iba a dar "sugerencias". –No es que esté mala la historia, sino que me pareció extraño que Akamaru mordiera a Orochimaru. ¿No se supone que el perro y su dueño, no me acuerdo como se llamaba... –Kiba, se llama Kiba– le dije con tono

Simplón

–Oye, Mit. ¡Despierta! – dijo una voz nasal que le era muy familiar. – ¿Ah? – fue la única respuesta que recibió el hombre que trataba de levantar a Mit, su hijo. Al escuchar la respuesta de su vástago, el herrero del pueblo solo pudo suspirar. Recordó el tiempo en el que añoraba tener un hijo, lo imaginaba adulto, todo un hombre, tomando las brasas del alto horno y creando las más bellas armaduras. No le importaba si elegía otra de las variantes, la herrería de herramientas o la de armas. Ambos podrían compartir el calor del trabajo honrado, derretir el hierro y darle las formas más diversas, ganarse las esmeraldas con el sudor de su frente. Llevarlo a las tardes a las reuniones grupales y decir con orgullo: "este es mi hijo".  Sin embargo, ingrata fue su sorpresa al saber que es un simplón amigo, lo siento mucho, en serio lo siento mucho. Otros habitantes en el pueblo lo consolaron, le dijeron que dentro de algún tiempo podría intentarlo de nuevo, que este hijo era un caso

Cavando hacia abajo

Busco con anhelo el fulgor de tu cuerpo que he buscado fútilmente por sinuosos senderos perseguido sin descanso, famélico y agitado planteo el más recurso más demente y osado. Presiono mis manos con fuerza y golpeo la tierra, sonsacando mis recuerdos que guardaba bajo la grava y las piedras, cuando agrieté con astucia tu estoica  indiferencia,  hasta remecer las duras placas que guardan tu conciencia, llegando a lo más profuso de tu belleza discreta, y derritiéndome en tu amar de divina providencia. Escucho voces mientras mi continúo con mi descenso De ira, dolor y arrepentimiento, pero yo las ignoro y no me muestro indefenso y continuo con mi labor, sin detrimento. Escucho finalmente el fino burbujear que son el preludio de mi destino final, pétreo terreno reanudo a golpear, y el vacío del abismo me empieza arrastrar, muriendo lento, viendo al mundo alejarse esperando, futilmente, una nueva oportunidad.

Un objeto extraño en el bosque

El día de ayer, mientras jugaba con mis amigos a las escondidas, encontré un extraño objeto en el bosque. Era pequeño, rectangular, plateado, brillante y con una pantalla muy pequeña, la que me hizo recordar al otro extraño artilugio que encontramos abandonado a las afueras de la ciudad, en las ruinas. Cuando se lo mostré a mis amigos, Alex me dijo que era un celular, que era usado en la vieja era, que se usaba para hablar y hacer muchas cosas.  Debo confesar que al principio me costó un poco creerle. Esto se debe a ese extraño secretismo que tienen mis padres y abuelos sobre ese viejo tiempo. Cada vez que surge la conversación, sus miradas se agachan, sueltan un largo suspiro y solo me dicen que no desean recordar esa época, que les trae malos recuerdos. Es por eso que también me sorprendí cuando vi ese televisor, tan rectangular y tan grande como una ventana.  -Mi Bisabuelo me dijo que se podía ver a las personas desde muy lejos, que se conectaba a través de unas ondas muy raras y q