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Tsundoku


 


En esta ocasión no vengo a escribir una historia, sino a contarles sobre una situación real. Durante los últimos años, he ido comprando muchos libros. Muchos de ellos los he leído, mientras que otros se han quedado en el olvido, en mi biblioteca. Pero el día de hoy me he dado la tarea de recopilar y relatar brevemente los libros que he leído, los que tengo como pendientes y los que he dejado a medias.

Leídos

Entre los libros leídos se encuentran obras de todo tipo, desde novelas que explican los últimos días del fujimorismo hasta la historia de una chica melancólica que quiere fundar una brigada que buscará aliens, viajeros en el tiempo y personas con poderes. Me gusta leer, siempre me ha gustado y cuando un libro se pone al frente mio y me engancha, créeme, no podré hacer otra cosa que leerlo y terminarlo. Esto me pasó con Cien años de Soledad, el cual lo leí en tres días de pasión literaria, viajando al mismísimo Macondo y viendo a Aureliano Buendía y su bloque de hielo.

 Por otro lado, algunos libros han tenido más suerte que otros. Grandes Miradas lo terminé el mismo día que lo compré. Fue una lectura interesante, con toques de realidad y ficción sobre el fujimontesinismo, el cual solo se escuchaban rumores hasta que se abrió la caja de pandora en el 2000. En cambio, otros libros han tenido que esperar varios años, como es el caso de Lituma en los Andes. Había leído La Casa Verde, pero aún tenía curiosidad sobre Lituma y que le ocurrió en sus otras aventuras. Sin embargo, puede que la desidia u otra situación, me hizo olvidar que tenían estas obras. Cuando las redescubrí, las leí con la avidez que me caracteriza y las leía tanto en formato físico, digital, físico de nuevo, en la computadora, en el celular, en el smart tv...

Finalmente, existen muchas obras (en especial novelas japonesas) que he leído en formato digital. Puede que en un futuro las busque y las junte en mi recopilatorio.

No leídos

Estos son los libros que atrajeron mi atención en los muchos viajes y aventuras en las diferentes librerías: Crisol,  la feria del libro, la feria de amazonas, los libreros de quilca, etc. Muchos libros fueron leídos, mientras que otros se fueron uniendo al grupo de pendientes. Siempre estaba conciente de ellos, de su estado y su eterna espera. Algunos han logrado salir de ese polvoriento lugar, pero otros aún permanecen allí. Me ruegan en sueños, los cuales olvido a la mañana siguiente. Hasta que llegó este día, el cual me esforzaré más por leerlos y comprometerme a no comprar más hasta que haya terminado de completar la mayoría.  Entre mis pendientes tengo 1984, El Lobo Estepario, Fausto, etc.


Pendientes

Este pequeño grupo lo ocupan los libros que no he completado de leer por algún motivo o circunstancia. Como son pocos, los explicaré a continuación: 

La biblia es uno de mis libros favoritos. Prácticamente he nacido escuchando pasajes de la biblia. Y a diferencia de otros libros que difícilmente cambiará de terminología, la biblia puede simbolizar un libro distinto si lees otra versión. La versión Reina- Valera ha sido una de las más respetadas y por eso quise leerla. Se podría decir que es más un libro de referencias para compararla con las versiones que suelo leer, por eso es casi seguro que esta biblia se quede entre mis pendientes eternos.

Obras varias, de Lope de Vega es un conjunto de relatos escrito en formato teatral, cosa que me impresionó la primera vez que lo leí. Desde pequeño siempre escuché el término "Fuente Ovejuna, todos a una" y siempre me llamó la curiosidad de poder leer tal obra. Sin embargo, la obra es un poco más densa de lo que esperaba y al final no la terminé. Y no solo eso, la versión que tengo en mis manos tiene algunas obras dramatúrgicas más, las cuales espero terminar pronto.

Otro con el cual he tenido problemas es Julio Cortázar. Nunca he sido fan del escritor pretencioso, del snob que suele emplear términos en otro idioma con poca justificación. Evidentemente, no es el caso de Rayuela, la cual está ambientada en París. Tal vez sea ese estigma el que me causó dificultades al terminarla y peor aún, creo que creó un estigma contra el propio Cortázar. Con el tiempo, aprendí a disfrutar de sus obras, aunque me sigue sin gustar la típica historia del personaje que cita 30 escritores franceses del siglo XVII para parecer más culto, en un contexto que no lo justifica. En fin, lo importante es que terminé Rayuela. Está bien escrita, pero no terminé de conectar con ella. Y es por eso que el tomo (que compré y mostré en los inicios de este blog), está esperando que lo lea, con otras novelas de Cortázar.

Finalmente, dejamos al que tengo más críticas para el final: Renato, Renato. Desde muy joven me interesé por su literatura y más aún me llamó la atención al saber que compartimos, en cierta forma, el mismo apellido. Cuando visité por primera vez su blog, me di cuenta de sus falencias: escribe bien pero solo eso. No puedes terminar de encariñarte con el personaje, porque es muy lejano, pertenece a otro estrato social de tal forma, que podría venir un extraterrestre de Alfa Centauri y podría llevarme mejor con él. Puede que sea lo mismo que con Cortázar, pero no creo que sea justo compararlo. Puede que no me enganche la trama de Rayuela, pero la premisa por la que está hecha es ingeniosa, es traviesa e incluso puedes encariñarte con ella. En cambio con Renato, siento que sus personajes son distantes, demasiado.

Compré su libro por simple curiosidad y al leerlo sentí lo mismo: un chico escritor clase media-alta contando las aventuras de su padre militar y las aventuras que vivió. Ajá, pero ya. Solo eso. Queda como una curiosidad histórica y nada más. Aclaro que esta es mi opinión sobre su obra, no sobre su persona. Y que no te guste una obra no te hace ni más ni menos inteligente o culto. Solo es un mero gusto personal.

En fin, puede que termine la novela, pero dudo mucho que compre algo más sobre Renato.

Con eso termina mi reporte. Procuraré leer mis libros y recibiré amablemente sus sugerencias literarias, pero tal vez tenga que esperar un poco. Al menos hasta que termine de leer una buena parte de mis pendientes.

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