Desde hace mucho tiempo, cuando era un pequeño y escribía historias sobre perros en el espacio en mi cuaderno de comunicación, incluso antes de eso, me consideraba habilidoso en los acrósticos. Nadie me dijo nada y no tengo ningún recuerdo de alguien felicitándome sobre los acrósticos que hacía. Simplemente tenía un nivel de confianza tan alto, que ningún acróstico me parecía un reto.
Por eso, en este post intentaré ver si aún conservo esa confianza, si me resulta fácil o más difícil ahora, que soy un adulto.
Acróstico #1
Cada vez que el mundo muestra su rostro oculto, repleto de fantasía y emoción,
arremetiendo contra la redundancia y el estatus quo
se muestra una nueva historia lista para ser escrita, frente a mi
imitando cualquier infímo evento, cuando mi mente hace clic.
Flota por unos instantes, como globo de texto en un cómic,
intenta llegar hasta mi mente y apoderarse de mis pensamientos con frenesí,
copando toda idea y preocupación, volviendo mi percepión en una pintura naíf,
coopero en ese instante, descubriendo más ideas, como un zahorí,
impregnando de un esquelto a la historia, colocándole cimientos,
originando un nuevo universo, una muestra de lo que sentía
nacida una nueva aventura y añorando ser escrita en un bloc.
Acróstico #2
Sumérgete
Ahora
Yacemos
Optimistas
Riendo
Intensamente
Espero que les hayan gustado algunos. ¡Buenas noches!
Comentarios
Publicar un comentario