Una nueva entrega de relatos escritos en redes sociales, los cuales recopilaré por aquí.
Relato #1
"Es hora de escarabajear", era lo que decía siempre mi abuelo cuando me llevaba al jardín a buscar insectos. Se colocaba su sombrero de explorador color beige y su mochila del mismo color. A veces, cuando dormía, soñaba con mi abuelo, convertido en un escarabajo. El me miraba, se quitaba el sombrero y el rostro falso, para mostrarme su verdadera cara, sus ojos azabaches, sus antenas. Soltaba la maleta y movía sus alas lentamente. Movía su cabeza, intentando comunicarme algo. Y al final despertaba.
Cuando murió, dejé de tener esos sueños.
Relato #2
Observamos juntos lo que con seguridad es la última mañana de este planeta. No se escucha ningún sonido, salvo el de los cohetes partiendo de la tierra y de los misiles viajando por el mundo. Tal vez sean horas o días, pero este mundo que tanto amabas a pesar de todo lo que te ha hecho, desaparecerá. Siempre me has dicho que te gustaría ser un ave y que por eso preferirías saltar al vacío antes de sentir el último aliento de este planeta. Pero también sé que tienes miedo y que me necesitas. Por eso he guardado en secreto este revólver, el cual tiene una sola bala. Sabes muy bien que te ayudaré a dar ese paso final para que tu muerte sea dolorosa y cálida, soy esa parte de ti que te ayudará a viajar y dejar este lugar.
Mientras miras el paisaje y tratas de equilibrarte por el borde del edificio, te miro por última vez, aunque sé que en el fondo no volverás a olvidarme.
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La joven escuchó el disparo. La conmoción del sonido fue tan fuerte, que perdió el equilibrio y saltó al vacío. Sentía como la tierra la arrastraba hacia sus entrañas, cada vez más rápido, aún más rápido, a tal punto que las ventanas ya no podían diferenciarse entre sí y todo era una imagen residual, líneas y más líneas.
Y tras abrir los ojos, llevó sus manos hacia los labios y se quitó la máscara de oxígeno.
(Esta historia está basada en una canción - Clic aquí para reproducirla)
Poema #1
El canto decisivo en el puerto destruido,
el lamento desgarrador de un hombre en el asiento desmoronado,
suelto despacio al perro, da un salto desviado,
levanto la mirada al cielo, todo despejado,
no entiendo, mi corazón se está deshilando
mientras cuento desde el nueve.
(tiene un juego de palabras, a ver si lo encuentran)
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