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¿Y el año nuevo?

 


Cuántas han sido las historias en las que se salva la navidad. Por el contrario, muy pocas son las veces que se deben salvar el año nuevo. Sabemos con certeza que el año vendrá, sin falta alguna, pero no sabremos si este año nuevo será bueno o malo. Y si yo he logrado llegar a esta conclusión sin mucho esfuerzo, es probable que un villano también lo haga, tal vez ya lo ha hecho.

Ahora que ya sabemos sobre la existencia de dicho villano, debemos darle una forma. Este villano no puede tener una figura difusa, debe tener un trasfondo claro y lógico, además de una motivación propia, la cual tiene que ser opuesta a la que tengo yo. Bueno, pensándolo mejor, puede que tenga la misma motivación, aunque puede que sus métodos sean diferentes a los míos, de una forma que yo no aprobaría bajo ninguna circunstancia. Este villano podría tener un pasado trágico, en el cual las personas que más ama van desapareciendo de su vida, como una flor que se marchita, pétalo a pétalo hasta convertirse en un tallo seco y gris.  Tal vez considera que, apoderándose del año nuevo, las circunstancias que lo rodean podrían cambiar. O, todo lo contrario, el pasado es tan hermoso, que se niega a dejarlo ir, deseando con fervor que sus aventuras continúen.

Esta motivación lo obligaría a construir una poderosa máquina que le permite alterar las leyes de la física, de desafiar cualquier norma observada y tomarla para su propio beneficio. No necesitamos una explicación detallada, aunque si el lector lo requiere, podemos usar términos complicados como “cuánticos” o “entrópicos” para definirlos. De seguro que solo los expertos podrán saber de lo que se trata, mientras que el resto intentará aprendérselo y busca una explicación más sencilla y práctica.

Ahora que el villano tiene el equipo necesario para llevar su ardid, solo necesita esperar a la víspera del año nuevo, acechando hasta tal punto, que olvidará la comida, la bebida y el resto de placeres humanos que se permiten. Es en ese momento en el cual el villano se saldría con la suya temporalmente, raptando el año nuevo y condenando al resto de seres humanos a la condena de otro 31 de diciembre, un año que amenaza con convertirse en la norma.

Ahora que tengo al villano identificado, además de sus intenciones, es momento de pensar en nuestro equipo. Tiene que ser un grupo variado, de personas con habilidades excepcionales y conocimientos diversos, para que, al momento de enfrentar las dificultades que tendremos en nuestro camino, podamos conseguir el éxito que nos estamos trazando.

Entrar a la fortaleza del enemigo, lugar que no tiene que ser una fortaleza real, sino tendría una función práctica, con la suficiente cantidad de guardaespaldas para detener a los osados que desean intervenir en esta lucha. Ahora bien, toda vigilancia es imperfecta, todo ojo puede equivocarse, además de que la mente también puede divagar y perderse en sus pensamientos. Analizar los cambios de horario, el entorno, incluso las inquietudes del hogar, pueden causar que el enemigo dude por un instante y termine por ignorar una esquina, girar más lento, incluso ignorar por completo al sujeto que tiene al frente suyo, dejándose golpear por mera inercia.

Ahora que nos hemos adentrado en la base del enemigo, tendremos que enfrentarnos a los esbirros más fuertes del enemigo, algunos superando y acabando con aliados. Esto no podría detenernos en nuestra llegada, ya que estaríamos deshonrando sus memorias y su sacrificio habría sido en vano. Esta es la razón por la cual el enemigo final nos enfrentaría en batalla singular, uno contra uno.

Antes de acercarnos a él, tendríamos un intercambio de palabras, un diálogo infructífero que debe de hacerse, para demostrarle al rival que conservamos las buenas costumbres y que, a pesar de ser el enemigo a vencer, lo tratamos como un ser humano, racional y sintiente. Tras unos segundos del silencio más devastador, ambos nos acercaríamos el uno al otro, mirándonos fijamente, hasta que comienza el primer intercambio de golpes. Una patada defendida, un punto ciego, un golpe contundente, sangre, leve mareo, recuperación. Cada uno de los ataques repartidos viene seguido de otro, demostrando también que la resistencia es crucial en combates como los que estamos teniendo.

Tras un buen tiempo combatiendo ataques y defendiéndose de estos, el vencedor observaría con condescendencia al derrotado. Sabía que esto iba a terminar así, caer derrotado no era una opción.

Puede que este texto pueda parecer ambiguo, y en efecto lo es, ya que también estamos contando la posibilidad que el enemigo se apodere de este plan y se adelante al mismo. El enemigo no terminará de entender la historia, no podrá darse el lujo de escudriñarse a sí mismo y crear contramedidas. Esta historia tan solo es una escueta guía de cómo crear un verdadero plan, se ha compartido una estructura base para que cada lector pueda diseñar algo mejor, un verdadero plan a prueba de fallos.

Confío en tus capacidades, espero que seas lo suficientemente capaz para defender el año nuevo, el cual deberá ser protegido de esos enemigos silenciosos que acechan entre las sombras. No temas al futuro, concéntrate en el presente y usa tu conocimiento pasado para seguir adelante en el camino hacia el futuro. El año nuevo puede sentirse como una celebración imbatible, pues nadie puede detener el tiempo o modificar la realidad, aún. Ese aún, esa minúscula posibilidad, no puede ser ignorada por nadie, ni siquiera por ti. Porque de seguro que ellos están esperando, están ansiosos por ver que el desánimo te aleje de tu misión, proteger las creencias de todos, porque tu y yo bien sabemos que el año nuevo es tan solo un estado mental, un instante al que le damos demasiada importancia y que solo significa una nueva rotación y translación de nuestro planeta. Nada cambiará si no hacemos algo al respecto. Y es por eso que no debes cambiar.

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