Los vecinos de al lado discuten, porque la mujer es algo descuidada. Se había quedado dormida y su marido, un poco ebrio, la golpea. Ella grita, pero nadie viene en su rescate. Todos la conocemos, esa mujer puede salirse, puede huir lejos, pero teme quedarse sola, desamparada. Un grupo de niños corre por la autopista vacía, buscando algún pirotécnico sin usar. Ya han reventado todos los que compraron el día anterior, y es evidente que ellos querían continuar explotando objetos, lanzarlos a los perros y verlos correr, llorar. Lanzarlos a la casa del viejo molesto y correr lo más rápido posible. Colocar los silbadores en una botella, hundirlas en la arena y colocarlas en posiciones varias para así ver dónde caen. Pero los padres no tienen un centavo más que darles, y si los tuvieran, tampoco se los darían. La señora encargada de la limpieza tiene más trabajo que de costumbre. Debe barrer desde los desperdicios de los pirotécnicos, las cenizas de los muñecos, las botellas de c...