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Pensamientos Gatunos #2

 





Reinterpretación del ying-yang

Tonalidades del gris

cambiando por instantes:

diluidas en emociones

oscurecidas por laceraciones.


Lejos del azabache está tu figura

late con temor a perder la cordura

rezando a cualquiera con premura

equilibrándose en el borde de la tumba.


Opaco el brillo de tu camino

muchas sombras se conservan, anda con tino

alguna piedra tendrás que pisar

y si no resbalas, a las nubes volarás.


Me dijeron que solo dos colores había

y yo creyéndoles, bueno o malo me creía

pero un día miré a mis adentros

y descubrí que de gris estaba pintado mi cuerpo. 


La noche nos acompaña




Es medianoche y los felinos, como buenos acompañantes de la vida nocturna, abren sus enormes ojos que brillan en la oscuridad como dos lumbreras, listos para vivir de otra madrugada de pasión, calma, silencio, caos, orden, sueño, vigilia. Sin importar la hora, el gato hará todas estas actividades o ninguna, no hay prisa ni obligaciones, ya que la noche los acompañará siempre, sin importar el lugar. 

Ellos no necesitan ir de fiestas hasta altas horas de la noche, en donde los malignos acechan y destruyen a las incautas criaturas que osaron caminar por el reino de las tinieblas, el gato es el cazador y no la presa. El hombre de dos pies debe permanecer dormido, porque la noche no es su dominio y, para que lo sea, debe abandonar parte de su humanidad como pago: volverse un búho, un halcón, un truhan, un guardián. En ese instante, su parte animal despertará en él y lentamente le irá carcomiento hasta dejar de ser un hombre, ahora se ha convertido en parte de la noche y será su deber servirle hasta el momento en que muera.

La noche acaricia las mentes de los noctámbulos, de los que se niegan a viajar al mundo de los sueños. Les muestra visiones de un mundo distinto, en la cual las sombras dominar, bailan y le hablan al oído, hasta tal punto en que pierden la cabeza y también se vuelven parte de la familia nocturna.

Ahora debo dormir, antes que esa sombra me arrastre otra vez. La gata la distraerá, no le pasará nada, porque a ella también la noche le acompaña.



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