... es el beso que le da una madre, antes de volverse engranaje. ... es el abrazo de un amigo que se sujeta fuerte, temeroso de perderte. ... es el otoño: preludio de un invierno, promesa de otra primavera. ... es la cría que levanta las alas, por fin, y se atreve al horizonte. ... es un nuevo comienzo. Dejaré Casi Ficción, como un bonito recuerdo, como una etapa. A diferencia de antes, ahora sí dejaré de escribir en este blog. Escribiré para mí, hasta lograr pulir mi prosa, dibujar mis rimas. Tal vez publique algo de nuevo, pero más que nada será un tributo. Aun así, Casi Ficción no morirá, seguirá vivo en mí. Buenas noches.