Esta es la extraña historia de cómo un gallo navajero desapareció de su casa. Él era el gallo más galante de todos los jamás vistos. Su pecho de color azabache cubre el corazón valiente de una ave que no ha sido derrotado en combate, su gallardo cuello se levanta todas las mañanas y despierta al sol, porque hasta el astro rey comprende la magnitud de su majestad. Alza sus alas y cubre el cielo entero. siendo la envidia de los habitantes celestes, los cuales no pueden evitar pensar por un instante en tener el privilegio de compartir el mismo suelo. No era un gallo navajero, señor policía, era EL gallo navajero... El policía no había escrito nada de lo que el hombre denunciante acababa de decir. Es más, trataba de plasmar el hecho de forma más objetiva con su mano zurda, la que solo usaba de vez en cuando y en ocasiones especiales, ya que era la mano que guardaba su talento oculto por la caligrafía. El era el capitán de la comisaría y respetando la dignidad de su cargo, solo atendía...